No es novedad que una adecuada alimentación ayuda a tener un mejor rendimiento
El poker, un deporte mental
El deporte constituye una acción que es descrita por la ciencia médica como beneficiosa para la salud mental y física de quien lo practica. Así pues cuando se habla de deporte la primera imagen mental que llega es la de los deportes habituales que involucran el ejercicio físico, pero en realidad el deporte va mucho más allá.
Existen deportes aparentemente pasivos porque el verdadero ejercicio se ejecuta con la mente, estos son los llamados deportes mentales. Pero ejercerlos requieren que el mal llamado ‘músculo’ que interviene, el cerebro, esté bien estimulado, cuidado e irrigado, para ello la buena alimentación es fundamental.
Así pues, los que ejecuten deportes mentales como el ajedrez o el poker han de tenerlo en cuenta. Desafortunadamente la mayoría de estos jugadores no cuentan con entrenadores que velen por esta parte de su entrenamiento, y hasta la desdeñan, pues no se consideran en realidad a si mismos como deportistas.
Esta visión se ha tratado de combatir y el proceso de reconocimiento del ajedrez y el poker como deporte ha sido un largo proceso. Para el primero resultó mucho más fácil pues se le asociaba a la intelectualidad, pero para el ajedrez ha constituido un largo camino.
Reconocimiento del poker como deporte mental
En 2016 la Federación Internacional de Poker, después de una larga espera, difunden a través de un comunicado en su página web una comunicación de la Asociación Internacional de Deportes Mentales.
La IMSA, por sus siglas en Inglés, reconoce al poker como un juego mental y de habilidad, al igual que el ajedrez o el bridge. Ante este reconocimiento, esperado durante años, el presidente de la Federación Internacional de Poker indicó:
“Para nosotros este es un logro importante en nuestra campaña para que el poker sea reconocido como un juego de habilidad y estrategia.”
Más a pesar de este reconocimiento público, aún en muchas naciones no se ha logrado que se reconozca al poker como un deporte. Este es un debate que aún tiene mucho por delante, pero de que requiere una habilidad mental similar a la del ajedrez o el bridge, no cabe ninguna duda.
La importancia de alimentar al cerebro
Una vez que se encuentra establecido que el cerebro es el elemento u órgano de mayor relevancia para poder ser un jugador de poker exitoso, entonces ¿cómo ponerlo a tono para que rinda al máximo?
El primer paso es alimentarlo adecuadamente con hidratos de carbono (pan, cereales, pasta, arroz, papa y legumbres) lo que le aportará energía al cerebro. Así pues, si se le brinda pocos hidratos de carbono buscará la energía en proteínas y grasas lo que no es recomendable porque no es fisiológico.
Pero de qué se trata y como mantener una correcta alimentación que ponga a tope la capacidad mental de un jugador de poker.
Importancia del aporte calórico…
Controlar la cantidad de calorías que se consumen de forma diaria influirá directamente en el rendimiento físico y mental. Pero hay que tener cuidado, porque brindar más calorías que las necesarias provoca una digestión pesada que ralentiza las habilidades cognitivas.
Y si se proporciona un déficit calórico trae como consecuencia falta de concentración, apatía y cansancio. Así que la única forma de controlar el aporte calórico óptimo es a través de un esquema de alimentación controlado.
¿Qué comer, cómo y cuándo?…
Comencemos por señalar que en la ingesta de calorías totales es importante que contengan vitaminas del grupo B y E, además de minerales como potasio, magnesio, zinc, litio, silicio, selenio y cromo.
Pues todo esto favorece la concentración, la memoria, el rendimiento intelectual y favorece el estado de ánimo. Todos los elementos útiles para que el jugador de poker pueda tener un rendimiento óptimo en los torneos que exigen resistencia, concentración y capacidad de análisis.
Para recomendar los alimentos que aportan todo lo descrito en el párrafo anterior, es necesario que la ingesta se divida entre 5 y 6 tomas, es decir, es preferible comer poco varias veces que mucho en una sola ingesta o dos. Estas tomas se dividen en desayuno, merienda, almuerzo, merienda, cena y recena.
Con volúmenes pequeños de alimentación se favorece el control de la glicemia que es el principal alimento del cerebro. Por otro lado recuerde que la sensación de hambre impide la concentración, provoca nerviosismo e interfiere en el descanso.
Pero el consumo de comidas grasosas, bebidas excitantes como café, colas o te, e incluso las bebidas alcohólicas, le ponen pesado y lento. Pero para mantener el estado de alerta, lo mejor es mantener una alimentación más ligera y sana, lo que favorece la concentración y la velocidad de reacción.
Alimentos recomendados en cada toma…
Desayuno. Un buen desayuno mejora la capacidad intelectual y el rendimiento, aumenta la concentración al aportar calcio, energía y otros nutrientes. Se recomienda que contenga 3 elementos: lácteos (leche, yogurt o queso), cereal (pan, cereales o galletas bajas en grasa) y frutas (naturales o en zumo).
Descarte la bollería, los alimentos dietéticos, los sustitutos del azúcar y alimentos procesados como dulces o pasteles.
Almuerzo. Según sea su apetito puede consumir un primer y segundo plato, si es así recuerde que si el 1º tiene verduras, el 2º debe contener cereal (arroz), papas o legumbres; y viceversa. Acompañe el 2º plato con proteínas como carne (pollo o res), pescado o huevo.
Al hacer esto le proporciona al organismo magnesio, potasio, ácido fólico, hidratos de carbono, vitamina B, A, E, hierro, fósforo y zinc). Evite las frituras, rebosados o asados pues provocan una digestión lenta que afectará el desempeño de su cerebro.
En cambio los alimentos hervidos, a la plancha, al vapor o salteados se digieren más rápido y le mantendrán más ligero y alerta.
Cenas. Procure una cena ligera. Si tiene mucho apetito consuma preferiblemente pescado, pollo o huevo acompañado por una guarnición de cereal, papa o verdura (no las tres cosas) y culmine su cena con una porción de fruta o yugurt.
Meriendas. Estas están distribuidas antes de cada comida fuerte para que acuda a estas con menos apetito. Puede consumir frutas, yogurt, batidos, cereales, frutos secos o fiambres. Pero evite a toda costa bollería, golosinas o bebidas sintéticas. Procure hidratarse bien, tome agua.
Recena. Es lo último que comerá en el día; se recomienda un vaso de leche tibia, que le aportará calcio y le ayudará a descansar mejor.
Consideraciones finales…
Si bien con solo una alimentación adecuada no es garantía para el triunfo, si marcará la diferencia a la hora de tener mejor habilidad y capacidad de reacción. De nada le vale saber que es lo que debería hacer y que no surja esa genialidad cuando realmente la necesita.
Toda persona que requiera explotar al máximo sus capacidades intelectuales debería invertir en su alimentación, para brindar las mejores condiciones a este órgano, el cerebro, del que depende su éxito.
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