Chance Kornuth cuenta la historia de uno de los cash games más locos de su vida: 68 horas continuas de locura y poker, sobreviviendo a base de sándwiches, ¡y logrando convertir la decente suma de $5.000 en la envidiable cifra de $500.000!
13 years ago, I took a trip down to Dallas to play a private PLO cash game.
Little did I know, I would end up playing for 69 hours straight, eat 15 McGriddles breakfast sandwiches and end up +$517K from the session.
Here's the story of the 69 hour session 👇
— Chance Kornuth (@ChancesCards) April 17, 2023
Para ese entonces, Chance Kornuth era un joven y temerario jugador de poker de 24 años, pero nada lo hubiese preparado para una partida de una vez en la vida.
CHANCE KORNUTH EN UNA PARTIDA DE PLO DE 68 HORAS SEGUIDAS SIN PARAR
Kornuth recuerdar “entrar en un pent-house de $4.000.000 con televisores gigantescos en cada esquina, con cocineros profesionales preparando la comida más exquisita, y las masajistas más hermosas dándole masajes a puros ricachones mientras lanzaban cientos de fichas de poker en la mesa… ¡Creía que había muerto sólo y que estaba en el Paraíso!”
El formato era PLO, y los stakes comenzaron relativamente “bajos” en $25/$50. Si bien, luego recuerda que jugaron “con straddles, y conforme la gente se iba quedando sin stack, los rebuys se volvieron mucho más grande, y qué decir de los blinds”.
Las primeras señales de que había dado con una mina de oro no tardaron en aparecer…
I bought in for $5k like the majority of the other players and the PLO game began.
I could tell this was going to be a juicy game because there were 3 all-ins in the first orbit and players were reloading $10K clips like they were playing $1/$2 at their local casino.
— Chance Kornuth (@ChancesCards) April 17, 2023
En el año 2010 el poker era muy diferente a lo que conocemos hoy, al respecto, Chance comenta: “En ese entonces, el PLO era básicamente sólo hacer faroles cuando los demás jugadores hacían check, o jugarse el stack con ases en 3-bets; lo cierto es que no sabíamos de rangos o teníamos idea de lo que hacíamos”.
Su buy-in inicial de sólo $5.000 creció hasta llegar a ser $20.000 con añadidos, pero ya había logrado armar un stack de más de $100.000. Sin embargo, un mal farol le forzó a irse a tomar un respiro en el balcón del pent-house – para luego regresar con mayor fuerza.
“Regresé sintiéndome fantástico, y proseguí con lo que sería, probablemente, la racha más intensa de mi vida. Las siguientes 24 horas fueron un poco confusas – por lo menos unas 20 tazas de café, unos 5 Sándwich McGriddles de McDonanld, y un montón de botes masivos todos para mí”.
After playing 24 hours, I had almost $200k in front of me & was playing short handed with some business guys and the self proclaimed “ Greatest One Eyed Poker Player in the World”.
Truth be told, after being friends with this guy for 15 years now, he truly is the G.O.E.P.P.W.
— Chance Kornuth (@ChancesCards) April 17, 2023
Para el cierre del segundo día de este juego épico, Kornuth era uno de los únicos en pie en la mesa con más de $400.000 en ganancias. Los otros eran un dentista y un jugador con un parche en el ojo.
LA LOCURA DESATADA
Ya desesperado por irse a dormir, pero no pudiendo “dejar un juego que simplemente era demasiado bueno”, apareció un bote masivo – ¡un bote que casi le costó a uno de ellos su ojo!
He had 3457ds and had me in pretty bad shape (even more so since another player folded QQ).
He wanted to run it once since it was the only way he could get even, but we settled on 3 times (so there was blood) since I asked nicely, each run out would get ⅓ of the pot…
— Chance Kornuth (@ChancesCards) April 17, 2023
Second run out, Q45, 3…8!
I was rooting for a deuce or ace, turns out I made the most unexpected two-pair of my life to lock up $200k…
— Chance Kornuth (@ChancesCards) April 17, 2023
“Recta final del Q45, 10… Q!!! Logré superar su par doble con el único Out de la Reina, SÍ!!!, exclamé. El sujeto de un solo ojo comenzó a balbucear, y con algo de rabia, sacó su ojo del bote”.
Este bote monstruo fue suficiente para terminar de dejar por fuera a sus rivales, pero no hubo rencores: “Fueron lo suficientemente amables para darme las llaves de una habitación para que descansara un rato antes de irme a casa”.
Chance Kornuth recuerda los sentimientos encontrados de alegría y agotamiento: “Conforme ingresaba en la habitación, estaba delirando. Después de 69 horas seguidas sin parar jugando PLO, sin dormir, y sobreviviendo a base de sándwiches de desayuno de $2 y un exceso de bebidas energéticas en mi cuerpo, sentía como si la habitación diese vueltas como en un barco”.
“Cuando recobré la compostura, vi que había ganado $517.000. Hasta este día ha sido mi mayor victoria; nunca olvidaré esa “sesión de las 69 horas”.
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