Si forma parte de la mayoría dirá que el ajedrez, pero ¿está seguro?
Poker o Ajedrez
Antes de establecer una diferencia entre el poker y el ajedrez, hay que reseñar que ambos son juegos de inteligencia, sabiendo que esto último es innegable para ambos y que la estrategia es su principal herramienta, además de otorgar beneficios como cualquier otro deporte al jugador.
Entonces por qué se considera que a los jugadores de poker sencillamente les acompaña la suerte, mientras que los sesudos ajedrecistas son la imagen de la inteligencia pura.
Y esta imagen también esta fielmente acompañada de su estereotipo, que afortunadamente cada día se va alejando hasta se espera desaparezca. Es decir, mientras al jugado de poker se le asocia con un pillo y hábil tahúr, al sabio jugador de ajedrez se le envuelve en un halo de intelectualidad y clase.
Afortunadamente la democratización del poker, al este poder llegar a cualquier hogar con internet, cada día va desmontando este mito. Ahora los jugadores de poker y ajedrez son más cercanos a la gente, que puede observarlos por lo que son, seres humanos dotados de un don especial para memorizar jugadas, establecer estrategias y contar con una inteligencia privilegiada.
Sabiendo por su puesto que la inteligencia no se comprende como un ente individual sino por un grupo de atributos que incluyen la inteligencia social, emocional, práctica e intuitiva.
Más difícil el poker o el ajedrez…
Entonces si los jugadores de ambos juegos han de ser inteligentes y hábiles, cuál de los dos representa los mayores retos, es decir, cual es más difícil. El concepto generalizado señala al ajedrez como el juego más difícil, mientras que dicen que el poker es sencillamente cuestión de suerte.
Y para amparar su teoría destacan el carácter estratégico del ajedrez frente a los movimientos de su contrincante, en un ambiente plenamente controlado y bajo igualdad de condiciones.
Mientras que en el poker, en cambio, señalan que el azar quita valor a la estrategia, pues los jugadores de poker desconocen las cartas de su oponente y por consiguiente solo la suerte le brindará buenas cartas.
Eses es, sin temor a decir, un análisis superficial del asunto, pues si bien es cierto que el jugador de ajedrez se enfrenta a su oponente en un terreno donde todo es absolutamente transparente y que solo la habilidad del jugador podrá conducirle al triunfo.
En el poker no todo es suerte. El jugador de poker desconoce las cartas de sus oponentes, solo sabe de las suyas y espera que las que se develen en la mesa en combinación con las propias le otorguen una mano poderosa, capaz de ganar el juego.
Pero existe en este caso una diferencia cuando a jugadores profesionales se refiere. El jugador profesional no se ampara únicamente en la suerte, sino que genera estrategias para ganar, basadas no solo en las cartas que posee sino en leer a sus oponentes para conocer su juego y vencer.
Es allí donde las muy variadas estrategias pueden hacer que un jugador con una mala mano, llegue a ganar.
El arte de blofear y de leer a los otros jugadores
Además de aprender las reglas para jugar al poker y manejarse con soltura en los diferentes tipos de juego es imprescindible contar con otras herramientas para alcanzar el triunfo. Si no domina el arte de leer a sus contrarios y la habilidad de engañar nunca o al menos casi nunca, podrá ganar en el poker.
Estudiar los movimientos, gestos, actitudes o cualquier rasgo significativo que pueda al menos en parte develar la mano que tiene el contrario, será un indicio que permitirá la toma de decisiones, base primordial para generar una estrategia ganadora.
Si puede “adivinar” como se mueven las cartas en la mesa, y si su oponente tiene una buena o mala jugada, le permitirá saber cuando avanzar, pasar o retirarse. Un buen jugador de poker además será capaz de engañar a su oponente, haciéndole pensar que tiene algo que no posee en realidad.
Haciendo uso hábil de este don, podrá ganar una partida incluso con una mano perdedora. Pero este es un ejemplo simplificado del arte de un buen jugador de poker, en la mesa de juego se pone de manifiesto una gran capacidad intuitiva y la experiencia también juega un rol a la hora de sobrevivir en grandes torneos.
Ejemplos, el veterano Doyle Brunson o jugadores más jóvenes como Adrián Mateos.
Diferencias más notables entre el poker y el ajedrez
Los dos juegos de inteligencia, de más alto nivel y que agrupan a jugadores inconformes, ávidos de la búsqueda de demostrarse a sí mismos cuán lejos pueden llegar. Estos dos juegos comparten similitudes y diferencias; entre las primeras la gran exigencia de estudio y de habilidades estratégicas.
Comparten a sí mismo una capacidad de memorizar jugadas y situaciones que les ayuda a controlar su propio juego. Por otro lado, las diferencias como las condiciones mismas del juego, también son necesarias. Mientras en el ajedrez todo se conoce y salta a la vista.
Los dos jugadores parten de las mismas circunstancias, solo pueden ayudarse de los mismos movimientos y solo su capacidad estratégica podrá marcar la diferencia. En un juego donde prácticamente todo está bajo control y donde se establece mas una interacción entre acción y reacción que condiciona el resultado.
En el poker por el contrario esta situación de control no existe, el eje principal se encuentra justamente en la incertidumbre. Los jugadores desconocen las cartas de sus rivales y si estos tienen entre manos un buen juego o no.
Así que además de conocer cómo jugar según las reglas de la modalidad seleccionada, está la habilidad para deducir y casi adivinar la situación de sus compañeros de mesa. Saber blofear, manejar las emociones propias, ocultar y manejar las circunstancias para alcanzar el triunfo.
Mientras el ajedrez ambiciona el juego perfecto, el poker no lo necesita, solo se enfoca en resultados. Y por último el ajedrez fue vencido por una computadora hace ya más de 10 años y solo recientemente se han logrado suficientes avances como para alcanzar resultados a través de la inteligencia artificial en el poker.
Y ahora… ¿Cuál cree es más difícil?, el poker o el ajedrez.
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